martes, 11 de marzo de 2008

Angelita dame un beso...

En Noviembre pasé una noche de cuento con Angelita y Manolito. Fue concebida como lo que sería la primera de una serie de salidas que haríamos periódicas a cenar a sitios fuera del pueblo… y ese día había sido elegido el estimado pueblo vecino…

A lo largo de la noche se fueron concatenando múltiples situaciones a cada cual más risible y entrañable. Nunca salen a cenar, de hecho apenas salen del pueblo (llevaban más de 20 años sin salir de Carcabuey más que por razones de salud) y todo era para ellos algo nuevo, lleno de luz… la cual veíamos a través de sus ojos. Angelita hasta había ido a la peluquería y había sacado de su baúl su collar de perlas!!! Estaba muy elegante, preciosa… pero lo mejor era su carita… radiante, la de los dos… cuánta felicidad, cuánto cariño y agradecimiento vislumbraba en ellos…


Disfrutamos y aprendimos mucho aquella noche con mi Tata y Manolito (“el Arresío”, como aquí le llamaban). Al acostarme y hacer repaso de la noche, me dije a mí misma algo que creo de vez en cuando está bien recordar, y es que cuanto más das mas feliz te sientes, y que no hay nada como rodearse de gente sencilla para sentir el calor humano de verdad.


Ahora recuerdo sobre todo con mucho cariño una de aquellas anécdotas y aunque no puedo evitar que mis ojos se humedezcan, mi cara es toda en sí una sonrisa…


Todo comenzó hablando de lo mucho que ha cambiado la vida, de cómo se enamoraron, de cómo el deseo en aquella época se escondía más pero se vivía en realidad de la misma intensa manera que hoy en día, pero en privado,… Acabamos hablando del cariño diario… Manolito se quejó de que la Tata nunca le daba besos…


-“Lleva más de dos años sin darme ni un solo beso” - dijo Manolito.

-“Eso no es verdad, que en mi día te dí uno” – alegó rápidamente la Tata. [El día de uno aquí es el Santo.]


Manolito nos contó que estaba muy celoso, porque le daba más besos a los alcobitas que venían de fuera por vacaciones (acompañados siempre de los famosos “hola qué tal, cuándo has llegado, cuándo te vas, muack, muack”) que a el mismo…


Le dijimos a la Tata que eso no podía ser, que tenía que ser más cariñosa con su marío… Asín que tras muchas risas con el tema… se dieron un beso… bueno dos, uno en cada mejilla… y nos prometió que cada día le daría su ración a Manolito.




Al final de la cena, tanto Antonio como yo coincidimos en que a Manolito, tartamudo dende que nació, se le entendía perfectamente. Sería que el vinito que habíamos bebido nos daba poderes para entender mejor las cosas? o que todo era debido a su timidez e inseguridad? Manolito habia estado cómodo, muy cómodo con nosotros. Lo sé. Y yo con el también.



Te quiero Manuel.

4 comentarios:

Pisco dijo...

A veces pasan cosas que desearíamos no ocurrieran nunca L



Ten presente que le has hecho feliz, que gracias a tu vitalidad, simpatía, cariño.. has hecho de su vida un lugar mejor en el que vivir. Seguro que esté donde esté, te da las gracias… y se siente orgulloso de haber tenido alrededor a gente tan maravillosa.



Mil besos para la tata. Y continuar con su recuerdo, porque seguirá vivo en vuestros corazones!!



TQM!!

Butterfly Pilon dijo...

Que decir te que tu ya no sepas

Me alegro de ser tu amiga, por que gente como tu son las que merecen la pena

Seguro que Manuel te agradeció esa noche y muchas más cosas, piensa que por lo menos haz tenido la oportunidad de poder vivir eso auque solo esa una vez.

Mantén ese recuerdo en el rincón de tu cabeza, donde tengas los recuerdos que más te gustan. Un beso guapa.

juan valverde marin dijo...

Que bonito

nines dijo...

Que alegría se te queda a ti y se lleva él para siempre el haber podido disfrutar de esos momentos tan bonitos y afortunadamente tan recientes... un beso