miércoles, 19 de diciembre de 2007

Ka uno es ka uno…

… y ka uno con sus kaunás… :-)


Aún no es Navidad para mí. No he visto el anuncio de Freixenet de este año… y por contagio “maniático” de una amiga eso supone no estar en Navidad… si si, exacto, como lo leéis… Según ella, hasta que no se ve el anuncio de Freixenet no se empieza la Navidad… Una manía suya… y hasta cierto punto mía! :-)


Otra que tiene la susodicha es la de los villancicos… no se pueden cantar villancicos sino estamos en el mes de diciembre… porque da mala sueeeeete! Jeje. Ni se puede brindar con la izquierda… llevar ropa interior roka… apoyarte solo con el pie… ¿izquierdo? cuando empieza el nuevo año… Ains madre… así me va… jeje. Aunque claro… esto mas que manías son supersticiones, no?


El caso es que son curiosas las manías, verdad? Muchas heredadas, otras contagiadas… y muchas otras de cosecha propia… alimentadas a conciencia durante años…


Otra buena amiga dice que no se puede mojar una sola mano… Nooooo, FATAL ERROR, no puede… Si se le cae algo de agua en una, tiene que mojarse la otra para luego secarse las dos… Y yo me imagino sobre todo el caso en el que lo que se le caiga sea un poco de cubata… Vargame qué desperdicio!!!! Jejeje


Otro tiene como norma no ir a casas ajenas a reunirse con sus amigos… noooo, eso no se puede hacer… Y digo yo, ¿y si no los conoces de nada? Jurjur ;-)


Hacer la cama antes de salir de casa (esa no se me contagia a mí ni aunque me la tatúe en la frente), chuparse los dedos antes de “colocarse” una camiseta, elegir la ropa del día siguiente la noche anterior, cerrar los geles y champuses después de usarlos, dejar los platos sucios fuera del lavadero hasta que estén limpios que pasan a dejarse en el platero,…


Y yo? Yo tengo mil!! Por ejemplo, lavarme los dientes antes de ducharme, llevarme a la cama una botellita de agua para por la noche, ordenar las mesas a las que me siento, enjabonarme dos veces el pelo al lavarlo,… Todas me hacen reír!! aunque habría que preguntar a quien tengo al lao claro! Jeje.


La peor de todas es la que siempre le contaba a Crip… ¿te acuerdas? No puedo salir de casa sin beber agua… Soy capaz de perder el autobús y llegar tarde a donde sea que vaya… no puedo, no puedo y no puedo!!! Jeje. Os imagináis si durante un tiempo cortaran el agua en casa????? Llamando al trabajo “Don Pedro, es que no voy a poder ir hoy… - Y eso porqué? Se encuentra bien? Está enferma? Ha pasado una mala noche? Tiene una cita medica? Algún problema familiar? – No, es solo que tengo que echarme un cubatazo de agua…” :-p


Feliz Holidays a tutti!!!!! :-)

3 comentarios:

Nines dijo...

Yo tengo una, yo tengo una, no puedo salir de casa sin bragas! Y no puedo lavarme la cara sin empapar todo lo que rodea al lavabo, y si me lavo la cara me tengo que echar crema luego, no puedo secarme los pies en la bañera (porque me caigo), ni puedo guardar en el armario algo que me acabe de quitar, no puedo dejar un libro a medias, no me acabo nunca el cafe, o chocolate o colacao, sp dejo un culin, me muerdo las uñas, no aplasto el cafe en el filtro de la cafetera (esto es de italia)... y estas solo son las que se me ocurran ahora jeje, ycomo no...no es navidad hasta que no sea vea el anuncio de freixenet, ni cantar villancicos antes del 1 dic!!!
FELIZ NAVIDAD, Y PROROROSROSPERO AÑO NUEVOROROROROROOOO

Butterfly Pilon dijo...

Hola chatina, yo la verdad que no tengo manías ( que yo recuerde), lo mío son las malas costumbres y supersticiones, supongo que esta ultima van mucho conmigo, por ejemplo, si derramo un poco de sal tengo que echarme un poco sobre el hombro, me gusta levantarme de la cama con el pie derecho (pero esto no lo suelo hacer mucho con la cara sueño, a las 7 de la mañana, solo cuando me acuerdo)y si me pongo la ropa interior del revés (sin darme cuenta) significa que me van a dar una sorpresa y de esas tonterías tengo para dar y regalar, pero lo bueno es que no me dan paranoias si no las hago, solo son cositas que están hay.

Un besote muy gordo

Antonio dijo...

Conocí a una manía, hija de una inclinación obsesiva, prima hermana del delirio compulsivo y de la repetición obstinada, nieta de la preocupación caprichosa. Se lio con un capricho y se fueron a vivir a la calle sin andamios bajo los que pasar, vivían en la casa nº 13 pero tuvieron que mudarse por temor al número, nunca salían sin asegurarse de que el felpudo mantenía un exacto paralelismo con la puerta de su casa. Procuraban ponerse la ropa interior del revés cuando iban a alguna cita importante y nunca, nunca permitieron que sus pasos dejaran de pisar el camino zigzagueante de las losas blancas que mezcladas con las negras dibujaban algo parecido a un ajedrez en la ceras de las calles.