miércoles, 25 de julio de 2018

Una plaza es mía

Aún con la emoción contenida, porque la vida es muy caprichosa y te presenta la fragilidad de la misma en los momentos más inesperados, me veo en la meta y me digo a mi misma que he de empezar a creérmelo y celebrarlo. Han sido ocho años apostando por conseguir estabilidad en la profesión que me hace diariamente feliz. No sólo durante este procedimiento selectivo, sino con el master habilitador, los cursos necesarios para el baremo, el b2 de inglés, el c1, otro master,... e hipotecando mi vida un año sí y un año no para tratar de hacer algo digno en las obligadas oposiciones. Ocho años. Lo que ha marcado la diferencia esta vez y que ha supuesto verme finalmente reflejado en el BOJA (y no por una multa) es el por qué de este post: el azar y la cobertura tan tremendamente perfecta que he tenido. El azar, porque podría haber sido que no, y es que el sistema de acceso a la función pública docente es el más subjetivo de entre los que conozco y, por consecuencia, injusto y absurdo. Quien quiera saber al respecto solo tiene que preguntarme o adentrarse en el mundo del mismo levemente. Es injusto, y miles de personas que están igual e incluso mejor preparadas que yo se han quedado atrás por cuestiones tan absurdas como el que el tribunal no contara con el tema de su academia para corregir o que le tocara exponer el primer día y no el quinto. Es injusto, y espero que este cambio de “estado” no me haga olvidar nunca eso y me permita seguir “luchando” por un sistema de acceso objetivo y transparente para una hermosísima profesión de gran responsabilidad. La cobertura porque esta plaza ha sido fruto de un trabajo de equipo perfecto. Sincronizados aunque agotados la mayoría de los días, hemos ido superando cada etapa hasta llegar al final. Esos interminables días con sus noches se quedan ahora lejanos, pero han sido durísimos para los cuatro. Gracias mamá, por quererme y apoyarme incondicionalmente, por estar ahí SIEMPRE, por cuidarme (cuidarnos) más que a ti misma, por sobreponerte a todos tus dolores (físicos y no tan físicos) por nosotros. Te lo repito: eres fuerte, fortísima, que nada ni nadie te haga dudar jamás de ello. Ni siquiera yo. Gracias Amor, por completar a la perfección esa media naranja o coliflor o lo que quiera que seamos, por entenderme y tirar de mí en momentos en que ni yo misma me entendía y soportaba, por ayudarme a convertir en positivas mis (no pocas) inseguridades, y sobre todo, por cuidar a nuestra niña mucho mejor de lo que lo habría hecho yo. Eres una grandísima persona, un magnífico compañero de vida, pero aún mejor padre. Gracias mi vida por aguantar estos meses sin mamá y, sin entender muy bien el por qué de la situación, llevarla siempre con una sonrisa y regalarnos esos maravillosos momentos en familia, tan escasos pero necesarios para todxs para reponer fuerzas. Te quiero un mundo. Y a todxs los demás que tb habéis estado; gracias PAPÁ por ser el mejor suplente del equipo titular que se pueda tener, dividiéndote en mil y un pedazos para aportar tu imprescindible ayuda tb; y a vosotrxs con vuestros ánimos y abrazos virtuales (entendiendo y respetando mi ausencia), a lxs compañerxs de biblioteca, de almuerzos rápidos y clases de academia,... a ti @pepi preciosa, mi tercer y cuarto codo... gracias mil tb. No sabéis cuánto se agradece y reconforta el sentirse querida, apoyada y bien acompañada cuando se vive en la desconexión absoluta.

sábado, 23 de junio de 2018

EXPRESAR

Hay días en los que siento la necesidad de expresar. Eso no está bien visto... es de débiles, egoístas, gente que por una cosa u otra quiere llamar la atención, personas que no son capaces de controlar sus sentimientos... Nos educaron para eso, para reprimirnos (no llores, no te enfades, no digas eso, no....). Nos educaron en el “no”. Pero ya sabéis que soy muy inconformista. Y aunque no suelo hacerlo tanto como quisiera/necesitara, muchas veces llevo la contraria a esa represión emocional. Hoy es un día de esos: hoy, toca. Y si tú eres de los que piensas que Facebook no está para eso, no me leas, aquí puedes dejarlo. Aunque yo creo que Facebook está para lo que cada uno quiere que esté, que para eso es personal e intransferible (legalmente). Hoy expreso que soy y estoy feliz. Así llevo ya unos pocos de días. Sintiéndome en un estado de tanta completitud, que abruma. Estoy contenta de que llegue ya el día D, en el que vaya a (casi) acabar esta etapa tan dura. Estoy orgullosa de mi trabajo, de mi esfuerzo, dedicación y constancia. Estoy más que tranquila porque he hecho todo cuanto he podido y, pase lo que pase, me he hecho con un bagaje bueno que tarde o temprano me ayudará a conseguir esa ansiada plaza. Pero sobre todo me siento, soy, tremendamente afortunada. Porque tengo una calidad humana alrededor inmejorable. Porque habéis cubierto todas mis necesidades durante este tiempo. Unxs apoyándome cuando era necesario darme un empujón, otrxs dándome el espacio que necesitaba y respetando mi (obligatoria necesidad de) ausencia, algunxs inflándome de autoestima y confianza y creyendo más en mi que yo misma, otrxs muchxs ayudándome con mis dudas y lagunas,... acompañándome en el camino codo con codo, haciéndome reír cuando más lo necesitaba, ayudándome a desconectar, Pero, sobre todo, dos personas imprescindibles que si se merecen 1/3 de plaza igual que yo. @ma y @elfaro, sin vosotros esto no hubiera sido posible:

domingo, 3 de junio de 2018

ACOMPAÑAR

La Filosofía del Acompañar 1. Acompañar se trata de estar presente para el dolor de otra persona; no de hacer que su dolor desaparezca. 2. Acompañar se trata de ir al desierto del alma con otro ser humano; no de creer que somos responsables de encontrar la salida. 3. Acompañar se trata de honrar el espíritu; no de enfocarse en el intelecto. 4. Acompañar se trata de escuchar con el corazón; no de analizar con la cabeza. 5. Acompañar es dar testimonio de las luchas de otros; no de juzgar o dirigir esas luchas. 6. Acompañar se trata de caminar al lado; no de conducir o ser conducido. 7. Acompañar se trata de descubrir los dones del silencio sagrado; no significa llenar con palabras cada momento. 8. Acompañar al que sufre se trata de quedarse quieto y en silencio; no de querer moverse frenéticamente hacia adelante. 9. Acompañar se trata de respetar el desorden y la confusión; no de imponer orden y lógica. 10. Acompañar se trata de aprender de otros; no de enseñarles. 11. Acompañar se trata de tener una actitud de curiosidad y no de expertos. Alan D. Wolfelt Gracias Cecilia Ochoa