viernes, 28 de febrero de 2025

El poema del NO

El poema del NO (Hugo Finkelstein)

 No.

No es no, y hay una sola manera de decirlo.

No.

Sin admiración, ni interrogantes, ni puntos suspensivos.

No, se dice de una sola manera.

Es corto, rápido, monocorde, sobrio y escueto.

No.

Se dice una sola vez, No.

Con la misma entonación, No.

Como un disco rayado, No.

Un No que necesita de una larga caminata o una reflexión en el jardín no es NO.

Un No que necesita de explicaciones y justificaciones, no es NO.

No, tiene la brevedad de un segundo.

Es un No, para el otro porque ya lo fue para uno mismo.

No es No, aquí y muy lejos de aquí.

No, no me deja puertas abiertas ni entrampa con esperanzas, ni puede dejar de ser NO, aunque el otro y el mundo se pongan patas arriba.

No, es el último acto de dignidad.

No, es el fin de un libro, sin más capítulos ni segundas partes.

No, no se dice por carta, ni se dice con silencios, ni en voz baja, ni gritando, ni con la cabeza gacha, ni mirando hacia otro lado, ni con símbolos devueltos; ni con pena y menos aún con satisfacción.

No es no, porque NO.

Cuando el No es NO, se mirará a los ojos y el No se descolgará naturalmente de los labios.

La voz del No, no es trémula, ni vacilante, ni agresiva y no deja duda alguna.

Ese No, no es una negación del pasado, es una corrección del futuro.

Y sólo quien sabe decir No puede decir Sí.




domingo, 16 de febrero de 2025

Amistad a los 40

Este modo relacional de la amistad tiene una característica excepcional que es, el acompañarnos con un deseo del bien que no pone el ego en el medio. 

Cada una tener aventuras separadas, vitales, y aventuras juntas que deseamos mucho. 

Las personas que son mis amigas ahora son personas que están preparadas para acompañar en casi cualquier circunstancia vital. Porque tienen un deseo de acompañar muy fuerte. 

Y quizá para mí la amistad es eso. El deseo de acompañarnos y de asombramos por los cambios y los accidentes y los eventos que viva la vida de las otras, y aprender juntas. 

Horas y horas de conversación donde ninguna da consejos ni ninguna llega a ninguna conclusión ni lo pretende. 

Es una búsqueda conjunta del saber.

Hemos visto cómo a través de los años los proyectos románticos monógamos de la familia en unos momentos funcionan y en otros fracasan, y el continuo son las amigas. 

Las amigas son familia. Y yo soy una afortunada por la mía. Os adoro. Gracias por ser, estar y acompañar.