jueves, 22 de abril de 2010

Nunca he sabido lo que quería...

Y es que todo me llama la atención. Siempre siento que cualquier cosa que haga es un nuevo renglón de color en mi folio en blanco. Da igual lo que sea, ¡¡no lo conozco, estará genial vivirlo!!. Así que me puedo pasar horas decidiendo qué hacer, o siendo especialmente cansina pidiendo consejo, a la hora de tomar una decisión.

Éso siempre ha aplicado especialmente a lo que quería hacer o no con mi vida. Crecemos, envejecemos... pero es como si cada vez nos sintiéramos aún más perdidos... ¿¿no se supone que debería ir aprendiendo y sabiendo clasificar mejor lo que quiero o no quiero??. Mi madre siempre dice que sus mejores años fueron los "30 y tantos" (como la serie, a propósito, muy buena). Dice que aparte de que apareciéramos mi hermano y yo en su vida, fue la época en que empezó a tomar consciencia de quién era. Quién era, qué quéria y hasta dónde era capaz de llegar. Ahí estaba Mercedes (máe).

Recien cumplidos mis 31 y con los últimos meses pintados de color, he de decir que algo raro me está pasando a mí también. Me vine a Málaga persiguiendo un sueño, impulsivamente... Dejé toda mi gente allí, mi vida... apostando por mí. Fui valiente, mucho, ahora lo sé. Es duro un cambio a esa edad y quien diga lo contrario es que ha tenido mucha suerte. "Olé mis ovarios". Y por si fuera poco, cuando ya me reponía al cambio... otro órdago. Muy poca gente creo que deje un trabajo en el que está bien considerada, bien pagada, y que además sepa manejar casi cualquier situación con apenas problemas... Muy poca gente dejaría un trabajo de esa índole sin tener algo en la recámara, un as en la manga (o por seguir con el mus, un 31 con 3 cerdos y 1 as :-p). Yo soy una de esas personas valientes que busca su felicidad. ¿Inconformista? Quizá, pero me gusta perseguir mis sueños.

Fueron horas de conversación con Iván en la plaza de la cevada con un tercio en la mano, criticando esta sociedad, esta forma de vida, esta dejadez nuestra en la que nos dejamos arrastrar por la corriente sin más... sin coger las riendas de nuestras vida ni tan siquiera plantearnos que es una alternativa más a nuestro alcance. Odio quejarme sin actuar. No es justo. Nosotros, yo, tengo alternativas, opciones, posibilidad de cambiar las cosas (algunas al menos) que no me gustan. Otros no pueden.

Así que aquí estoy, aplaudíendome un poquito, pues soy consciente de que he sido muy valiente. Valiente y suertuda, pues como digo llevo meses viviendo y disfrutando mi vida profesional (y por tanto salpicando la personal) como siempre soñé hacer. Me encanta mi trabajo, y lo mejor de todo es que se me da muy bien. Aquí está Mercedes (hija).

Ahora sí se lo que quiero, y es mucho más fácil apostar y luchar por algo así. 

Actualización 08/05/2010 --> Lectura interesante

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Quiero ser de los primeros en felicitarte por ganar la partida. Tienes mucha valia, siempre lo he sabido!!
Un abrazo,
Jack

CHL Films dijo...

OLE, OLE Y OLE. COÑÑÑO!

Macaco dijo...

Enhorabuena por vivir de tu creatividad.