jueves, 30 de julio de 2009

Estoy convirtiéndome...

… en una súper heroína!!!!! (una súper heroína para mí misma claro, pero eso no le quita importancia al asunto…).

Es impresionante lo feliz que me siento últimamente. Equilibrada y en armonía con todo cuanto me rodea. En paz. ¡¡Es tan fantástico!!

Lo cierto es que no sé muy bien cómo lo he hecho, porque no puedo siquiera pensar cuándo empecé a tomar las riendas… solo puedo explicar mi hoy, mi ahora… ¡eso es lo más importante!

Controlo mi energía, mi razón, mi “ego” que lo llaman… Todo cuanto nace dentro de mí… Yo mando, yo coordino. No quiero negatividad, no quiero pesimismo, no quiero tristezas, ni quiero pesos de responsabilidades que no corresponden… Quiero disfrutar de lo bueno que hay en mí y a mi alrededor, que hay mucho!!!

Es indescriptible la sensación que estoy viviendo, de verdad. ¡Sé que parezco una loca pero me da igual! ¡¿a mí?!¡¡me da igual!! ¿¿¿entiendes??? jejejejeje. Como diría la canción… “y por su manera de pensar la llaman locaaaaa…” Sonrisa

Cuantas veces he oído eso de “no te dejes llevar por ese pensamiento”, “no le des más vueltas”, “olvídate y disfruta”, “te aguantas, te dominas y te adaptas”, “que nadie más que tu misma tenga el poder sobre tu estado de ánimo”… ¡¡¡Lo oía pero no escuchaba!!! No comprendía lo que me estaban diciendo, no lo digería… ¡y es tan cierto!. Somos dueños de nosotros mismos y de todo cuanto nos ocurra… Si llamas/aceptas lo malo… viene lo malo, porque se hace real… pero si no lo aceptas, nunca llega… ¡Es un imán! ¡Somos un imán! de energía… Guiño ¿Será esto lo que llaman tener una estrella en el culo y que tanto he envidiado siempre?

No podemos perdernos las buenas cosas de la vida, ¡tenemos que luchar contra ello! y antes que nada, ¡contra nosotros mismos! Porque se puede… se puede dejar a un lado lo malo que intenta hacer sombra a todo lo bueno que nos rodea… ¡vaya que si se puede! Y cuando lo haces de continuo, de repente, un día… ¡todo tiene sentido! ¡Y es tan fácil vivir así! ¡Se es tan feliz!

Así que bueno, sin comérmelo ni bebérmelo me veo avanzando por un camino completamente inimaginable para mí hace un tiempo, estoy recorriendo el mapa de mi misma, conociendo cada parada, disfrutando de cada recorrido,… ¡¡Estoy vislumbrando la intensidad de mi color primario!! Ese color que tanto ansiaba encontrar…

En definitiva, convirtiéndome en una súper heroína… y es que mejor poder que este no lo puedo imaginar… ¡y eso que siempre me había pedido el de la tele transportación! Sonrisa

PD: Lo siento, gracias, por favor perdóname, te amo… ¡¡¡Hoponopono Power!!!

lunes, 13 de julio de 2009

Como me gustan los cuentos...

... aquí dejo el último que he leído a través de los dedos de Marcos.

EL CHICO DE LAS MULETAS.
Había una vez un país donde todos, durante muchos años, se habían acostumbrados a usar muletas para andar. Desde su más tierna infancia, todos los niños eran enseñados debidamente a usar sus muletas para no caerse, a cuidarlas, a reforzarlas conforme iban creciendo, a barnizarlas para que el barro y la lluvia no las estropeasen.

Pero un buen día, un sujeto inconformista empezó a pensar si seria posible prescindir de tal aditamento. En cuanto expuso la idea, los ancianos del lugar, sus padres y maestros, sus amigos, todos lo llamaron LOCO: "Pero, ¿a quien habrá salido este muchacho? ¿No ves que, sin muletas, te caerás irremediablemente? ¿Cómo se te puede ocurrir semejante estupidez? ¿Cómo puedes ir en contra de nuestra tradición?"

Durante años y años, todos hemos andados perfectamente con esta ayuda. Te sientes más seguro y tienes que hacer menos esfuerzo con las piernas: ES UN GRAN INVENTO...!

Pero nuestro hombre seguía dándole vueltas a la idea, hasta que un día se decidió a ponerle en practica. Al principio, como le habían advertido, se cayó repetidamente. Los músculos de sus piernas estaban atrofiados... Pero, poco a poco, fue adquiriendo seguridad y , a los pocos días, corría por los caminos, saltaba las cercas de los sembrados y montaba a caballo por las praderas. Nuestro hombre del cuento había llegado a ser el mismo.