viernes, 26 de agosto de 2011

GRACIAS

No hace mucho tiempo me dijo una persona que "era más difícil ser amigo en las cosas buenas que en las malas". La verdad es que no sé muy bien si éso es cierto o no, no lo he reflexionado como suelo hacer... pero sí sé que el apoyo en lo bueno se agradece y necesita al menos tanto como en lo malo. De hecho, así como el apoyo en los ratos difíciles te hace el momento más llevadero, en los ratos buenos ayuda a prolongar la felicidad mucho más allá del momento en cuestión. 

Mirando el ticket de compra, veo que fue el día 9 de junio cuando elegí mi vestido de novia. La fecha, el lugar, los invitados, los regalitos... se decidieron también alrededor de esa fecha. Una contra reloj; todo había que planificarlo en un mes. ¡Y vaya mes! Dura más tiempo y no lo contamos... ¡¡cómo puede costar tanto planear una boda?? Lo más duro fue elegir; decidir con quién no compartiríamos aquel día. Esa fue la peor de las tareas que nos autoasignamos, al menos para mí. Y aunque hoy sigo sufriendo por aquella decisión, y encogiéndoseme el corazón cuando pienso en quién no estuvo. Aunque el día en cuestión eché de menos a mucha gente... También ese mismo día me dí cuenta de que habíamos acertado. Mientras buscaba miradas entre los invitados, y era consciente tristemente de que alguna de ellas no las encontraría, me daba cuenta de la felicidad tan enorme que cada una de las miradas que sí encontraba, estaba sintiendo por nosotros. Todos estaban viviendo incluso la misma alegría que Antonio y yo... ¿¡cómo podía ser?! Aunque yo sé que todo el mundo lo vive así en su momento, yo sé que mi boda fue muy muy especial, y lo fue gracias, en parte, a que fuera tan "reducida", tan personal...

- ¿Y cuánto dura ésto? - te pregunté. 
- Pues así vas a estar un año... 

Los días siguientes al fin de semana estaba en una nube. Pasaba las horas viendo las fotos y videos y hablando con cada persona que me llamaba para saber, para recordar, para compartir... ¡¡Cómo se podía sentir tanta felicidad durante tanto tiempo!! Y es que aún no habían acabado las muestras de afecto. Aún había personas dispuestas a alargar esos momentos de felicidad con su cariño. Miles de comentarios, de mensajes, de mails, de llamadas... Seguían pasando los días y la felicidad no disminuía ni un ápice. 

Eso ha sido lo mejor de la boda. Nunca pensé que de veras se pudiera sentir uno así por dar este paso. Por éso quiero dar las gracias a todos los que nos queréis tanto. Nos habéis hecho muy muy muy felices. Vosotros y vuestro cariño, nada más ha hecho falta.

Y como nunca es tarde si la dicha es buena, y esta es muy muy buena... pues aquí dejo algunas cosas que se me quedaron en el tintero:
  • Paco, cuñao, mil millones de gracias por haberte volcado tanto y ayudado en tantos y tantos detalles que seguro que ni tu mismo sabes... incluidos esos momentos tan risibles que pasamos el fin de semana. GRACIAS.
  • Sierri, guapa, ¡qué te voy a decir! No habría imaginado ninguna otra sorpresa mejor... cuando oí la canción... fue como si me hubieras escuchado, como si hubieras estado dentro de mí en tantos momentos... ¡no había ninguna mejor! ¡ni cantada por ninguna otra persona! ¡¡me llegó muchísimo!! GRACIAS.
  • Elvira y Pepa... gracias por estar ahí y poneros continuamente en disposición de ayudar en lo que fuera. Fuisteis continuamente un desahogo que no sabéis cuánto necesitaba. Y la gestión económica... ¡la mejor! ;-)
  • Ana... tranquilizante único donde los haya. Me vino genial... ¡ya me viste! ¡Muchas gracias!
  • Náno y Keny... la originalidad, dedicación, imaginación que vosotros pusistéis, no tiene precio... Los videos me encantaron, y el regalo de los delfines... Gianni, a tí también, ¡sencillamente genial! Y el reportaje visual del finde... gracias cuñi!!!
  • Mari y mamá... sin vosotras el fin de semana no hubiera sido posible, ya lo sabéis. Las auténticas organizadoras y realizadoras habéis sido vosotras. GRACIAS!
  • Papá... por poner un poco de orden y paz, como siempre, en mis neuras...
  • Tita Marisol... por hacer de cada minuto del fin de semana, una auténtica fiesta. ¡La mejor animadora!
  • Maka... mi última noche single la pasé contigo y mis nervios... Mil gracias por aguantarme y por ayudarme en ese montaje de libretos de última hora en el viaje!!
  • Bambi y Madrileñas... gracias por plasmar justo lo que quería en ese patio... antes, durante y después de la ceremonia... Sois las mejores.
  • Lali y Juan... por esos gallifantes que pretendían despistarme de las palabras... por las palabras... y por vosotros mismos!!!
  • Alex... por ser el mejor de los testigos y mucho más alla, el mejor de los amigos... ayer, ese día, mañana y siempre... Te quiero bonito. 
  • Y lo mismo para la homónima en señorita... Gracias Nines. Por todo, por siempre. 
  • Vane y Rol... por ese pedazo de catering, no solo exquisito sino profesional, que no tuvo precio. Además, Vane, de por tantos y tantos mails con ideas, consejos, anécdotas compartidas,... 
  • Y a todos los que vinísteis, por hacerlo con esas ganas e ilusión. Desde luego que lo que hizo esta boda única y verdaderamente especial, fue que nos llegó que era allí donde os apetecía estar y no en ningún otro lugar. Teníais tantas ganas como nosotros, o más (porque ninguno se replanteo lo del cuartelillo, ¿no? ;-) )
  • Martita, por ver las fotos y videos casi tanto o más que yo, y disfrutarlas con cada repetición como si fuera la primera.
  • PAC, gracias por estar presente en forma de flor... jeje. Y por, como Martita, haber disfrutado tanto con el reportaje fotográfico... ¡¡guapaa!!
  • Casti, Gali, Carol, Isa... por esos mensajitos de ilusión desbordante... ¡qué apañaos!
  • Arturito... el gran amigo que gané gracias a otro amigo... ¡gracias por estar ahí!
  • Pisco, Mari y Gema... por acompañarme a buscar el disfraz y ayudarme a elegir lo in-elegible... jeje
  • Lucía y Nenaca, por ésos mails tan cercanos que me hicísteis llegar, haciéndome ver que había sido una "incendiaria" para vosotras. :-p
  • Inés, Inma, titos Chari, Nico,... por esas ganas de saber, de compartir felicidad, que nos hicieron aún más felices a nosotros.
  • Y finalmente gracias a todos los que, aún sin decírnoslo directamente, os alegrásteis y fuisteis felices por nosotros.
 
Gracias una y mil veces a toda la gente que nos quiere bien por hacernos, cada día, tan felices.