lunes, 7 de enero de 2013

Luna y su pizarra y pizarrín

Estas navidades he encontrado a Luna muy mayor. Está en 2º de primaria, pero yo la veo muy madura para su edad. Le encanta leer, y por lo que he podido comprobar, se le dan muy bien también las mates. 

El abuelo Joaquín estuvo buscando libros para ella y sus prim@s, y durante su tarea se topó con la pizarra y pizarrín de la abuela Mari. Se lo regaló a Luna, y esa fue la excusa perfecta para repasar matemáticas. Yo le iba diciendo qué tabla tenía que escribir, y ella lo hacía sin dudarlo. Repasamos hasta la del 5, y todas las escribió bien. En éso ha debido salir a su madre, mi cuñada Pepa, que tiene fama en la familia por ser una excelente economista. :-)

Me parece un regalo super auténtico, como tantos otros que de vez en cuando se saca de la manga mi suegro. 



Buscando información en internet sobre las escuelas antiguas y el uso de la pizarra y el pizarrín, me he encontrado con ésto:

>>Los pupitres de la escuela fueron durante años bipersonales y para delimitar la parte que nos correspondía a cada uno, si las relaciones se deterioraban por algunas de las múltiples disputas de la infancia,  trazábamos con el lápiz o con una tiza una raya que lo dividía en dos partes iguales. Cuando uno de los dos convecinos invadía la parte contraria le daba un codazo, con el consiguiente estropicio  de borrones de tinta en la libreta porque escribíamos con plumillas que mojábamos en tinteros de porcelana que se metían  en los agujeros que tenían los pupitres. Para hacer las cuentas teníamos la pizarra y el pizarrín blanco y redondo, así no gastábamos libretas. Para borrar uníamos un trapo con una cuerda a un extremo de la pizarra y un salivazo sobre ésta. Si el trapo se había perdido, se borraba con el antebrazo y éste se frotaba después contra el pantalón para que no se notara lo blanco en el jersey.<<


¿¿No se os parecen los chismes estos a las nuevas tablets?? 

martes, 1 de enero de 2013

En vez de uvas... GRANÁ

Este año no teníamos uvas para las campanadas.

Ya llevamos dos años en los que en la última noche del año, los cocineros son los hermanos Rueda Caballero; cada uno cocina algo y los demás, nos lo comemos. Ayer nos deleitaron con; mejillones rellenos (Paco), vaso de tomate a la huevo de codorniz con puntito de jamón tostado y menta (Keny), tosta con pimientos y boquerones a la brasa (Ele) y redondo de ternera con queso brie y sésamo (Chini). Todo estaba exquisito, aunque finalmente le dimos el premio a Ele (este año había, además que comerse todo, votar cuál nos gustaba más) por ésto de que fue el último plato y ya se nos había olvidado lo demás.

El caso es que con tanto preparativo y tanto voto, se nos olvidaron las uvas. Así que cuando llegó el momento, cada uno buscó algo para sustituirlas y seguir el ritmo de las 12; almendras, conguitos, pasas,...Mi elección fueron granos de GRANÁ de la huerta de mi suegro, los cuales coloqué extratégicamente para no perderme en el campaneo.


Ésto es lo que le ofrezco y pido al 2013 para mí: SONRISAS.


Y a vosotros, os deseo a tod@s un año repleto de alegría, salud y amor. Como leí ayer, tenemos 365 oportunidades...¡¡¡vamos a aprovecharlas!!! 


¡FELIZ AÑO NUEVO! 
HAPPY NEW YEAR! 
¡FELICE ANNO NUOVO!