Estas navidades he encontrado a Luna muy mayor. Está en 2º de primaria, pero yo la veo muy madura para su edad. Le encanta leer, y por lo que he podido comprobar, se le dan muy bien también las mates.
El abuelo Joaquín estuvo buscando libros para ella y sus prim@s, y durante su tarea se topó con la pizarra y pizarrín de la abuela Mari. Se lo regaló a Luna, y esa fue la excusa perfecta para repasar matemáticas. Yo le iba diciendo qué tabla tenía que
escribir, y ella lo hacía sin dudarlo. Repasamos hasta la del 5, y todas
las escribió bien. En éso ha debido salir a su madre, mi cuñada Pepa,
que tiene fama en la familia por ser una excelente economista. :-)
Me parece un regalo super auténtico, como tantos otros que de vez en cuando se saca de la manga mi suegro.
Buscando información en internet sobre las escuelas antiguas y el uso de la pizarra y el pizarrín, me he encontrado con ésto:
>>Los pupitres de la escuela fueron
durante años bipersonales y para delimitar la parte que nos correspondía
a cada uno, si las relaciones se deterioraban por algunas de las
múltiples disputas de la infancia, trazábamos con el lápiz o con una
tiza una raya que lo dividía en dos partes iguales. Cuando uno de los
dos convecinos invadía la parte contraria le daba un codazo, con el
consiguiente estropicio de borrones de tinta en la libreta porque
escribíamos con plumillas que mojábamos en tinteros de porcelana que
se metían en los agujeros que tenían los pupitres. Para hacer las
cuentas teníamos la pizarra y el pizarrín blanco y redondo, así no gastábamos libretas. Para borrar uníamos un trapo con una cuerda a un
extremo de la pizarra y un salivazo sobre ésta. Si el trapo se había
perdido, se borraba con el antebrazo y éste se frotaba después contra
el pantalón para que no se notara lo blanco en el jersey.<<
¿¿No se os parecen los chismes estos a las nuevas tablets??
1 comentario:
Lo has clavao!!!
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