miércoles, 10 de abril de 2013

Salirse del molde

En el último post que escribí, comenté que mis primos Luis y Píscole iban a ser papás. Pero no son los únicos que están dándome sobrinos... La verdad es que, estamos rodeados...todo el mundo está dando ya "el gran paso". Supongo, que a cualquier persona de mi quinta le estará pasando también. Hace poco fueron las bodas, ahora tocan los nacimientos, y antes de que nos demos cuenta, serán las comuniones...

Personalmente, escucho más de lo que me gustaría lo de "Y vosotros, ¿para cuándo?".

Durante toda tu vida, la gente, presumiblemente de forma cordial y llena de buenos deseos, suele saludarte después de mucho tiempo sin verte (o incluso no tanto), preguntándote por tu siguiente "hito personal". Me explico:
  • cuando eres pequeñ@, las notas del "cole" o del "insti", 
  • cuando eres adolescente, los años que te quedan para acabar universidad,
  • cuando pasas a la categoría de joven, si tienes novi@, 
  • cuando llevas "x" tiempo con tu pareja, que cuándo viene la boda, 
  • ... luego el primer hij@, el segundo,...

Nos pasamos la vida teniendo que cumplir hitos de un "proyecto vital" que no hemos fijado nosotros, sino que nos viene impuesto por la sociedad y nuestro entorno. Muchas veces me he preguntado: ¿y si yo no quiero hacer de ése mi proyecto? ¿Qué pasa si yo no quiero casarme, ser madre,...? ¿Acaso todo el mundo ha nacido para hacer eso? ¿No se puede ser feliz si eliges otra vida?

Yo digo que "y una porra". Así que este post va dedicado a tod@s l@s que se salen del molde. ¡¡A vivir que estamos vivos!!


"Nos hicieron creer que el “gran amor”, sólo sucede una vez,
generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es
accionado, ni llega en un momento determinado. Las personas crecen a
través de la gente. Si estamos en buena compañía, es más agradable.


Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una
naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra
mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida
merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que
nos falta.


Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno": dos personas
pensando igual, actuando igual, que era eso lo que funcionaba. No nos
contaron que eso tiene nombre: anulación. Que sólo siendo individuos
con personalidad propia, podremos tener una relación saludable.


Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos
fuera de término, deben ser reprimidos. Nos hicieron creer que los
lindos y flacos son más amados. Nos hicieron creer que sólo hay una
fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella
están condenados a la marginalidad. No nos contaron que estas fórmulas
son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que
podemos intentar otras alternativas.


Ah!, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto... cada
uno lo va a tener que descubrir solo. Y ahí, cuando estés muy
enamorado de tí, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de
alguien.


Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor… aunque la
violencia, se practica a plena luz del día..."

John Lennon.

martes, 2 de abril de 2013

Fuentes de felicidad

Ayer en RN5 escuché una mini entrevista que me hizo reflexionar. En ella, la entrevistada comentaba que una persona, en edad adulta, es feliz en cierta medida, dependiendo de su pasado. 

- ¿Porque vive de sus recuerdos? - le preguntraba inmediatamente la entrevistadora.
- No, por las fuentes de felicidad que ha sido capaz de crear en el pasado.

Según ella, si una persona ha sido capaz de crear en su pasado, de vivir en su pasado, con un determinado número de fuentes de felicidad, éstas mismas le seguirán haciendo feliz en el futuro. Así mismo, si esta persona ha sido capaz de buscar y encontrar fuentes de alegría, lo será igualmente en el futuro, garantizando por tanto su felicidad. 

No fue lo único interesante que comentaron. 

- Es lógico, conforme nos hacemos mayores, vivimos una vida cada vez más protagonizada por pérdidas. Perdemos el trabajo, perdemos tiempo libre y de calidad, perdemos familiares queridos... hasta que llegamos hasta a perder la salud. Tenemos que ser capaces de compensar esas pérdidas con alegrías o nuestra felicidad será cada vez más difícil de mantener - dijo la entrevistada.

Esto fue lo que me dejó más pensativa. Y triste. Sí, lo sé, lo sabemos, pero fue una bofetada de conciencia. Últimamente (desde que cumplí los 32) tengo muy presente el tiempo como tal. La vida como algo temporal, pasajero, finito. La nostalgia se apodera de mí en muchos momentos, y a veces, creo que todo tiempo pasado fue mejor. El miedo me invade cuando llego a esta afirmación, y me hace despertar de ese letargo nostálgico, diciéndome "oye, que para que mañana veas este hoy con añoranza, hay que currárselo".

Hablándolo con Antonio después, me dijo que el no ve así lo que comentaban en la entrevista. Ni todo van a ser pérdidas a partir de ahora (los hijos son una de las mayores alegrías de la vida, y aún están por llegar), ni todas las pérdidas son malas (ahí te pusimos de ejemplo a tí, Keny, pues como te hemos dicho ya, sabemos que la pérdida de tu trabajo es en realidad una gran oportunidad).

Y en relación con esto último que hablé con mi chini, y reconociendo públicamente que estoy super nerviosa con una futura no-pérdida, quiero mandarle un grandísimo abrazo a dos de mis fuentes de felicidad pasadas, presentes y futuras: Píscole y Luis.

Que sepáis que me tenéis en vilo, y que cada vez que pienso en veros con Claudia en vuestros brazos, me pongo a llorar como una tonta. Ahora mismo, por ejemplo, jeje. Estoy segura de que seréis unos padres fantásticos, porque ya lo estáis siendo (para mí la maternidad/paternidad empieza mucho antes que el parto) y porque tenéis una forma de querer que (creo que ya os lo he dicho alguna vez) es realmente única, auténtica y maravillosa.

Os quiero muchísimo y más aún querré a mi sobrina.